Una investigación de Fedesarrollo advierte que el bolsillo de los colombianos podría verse fuertemente impactado si el país no recupera su autosuficiencia energética.
Colombia enfrenta un panorama energético preocupante: si el país recurre completamente a la importación de gas natural en los próximos años, las tarifas para los usuarios podrían aumentar hasta en un 91,5 %, según un estudio de los investigadores Sergio Cabrales y Juan Benavides para Fedesarrollo.
El alza responde al mayor costo del gas importado en comparación con el nacional y a la falta de infraestructura adecuada para su transporte, en especial desde la regasificadora de Cartagena. Solo en Bogotá, el costo de la molécula de gas se incrementaría en un 89,3 % si la ciudad dependiera exclusivamente del gas importado, elevando drásticamente el valor del servicio.
La caída de las reservas nacionales —un 43 % menos en la última década— y la reducción en la actividad exploratoria, incentivada por la reforma tributaria de 2022 y la política de transición energética, han contribuido al creciente desbalance entre oferta y demanda interna. A esto se suma la salida de grandes petroleras del país, como Shell, Chevron y BP, desmotivadas por un entorno regulatorio poco competitivo.
Según Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, es urgente concretar obras como la bidireccionalidad Barranquilla-Ballena para mejorar la conectividad del sistema gasífero nacional. Los analistas concluyen que sin nuevos contratos de exploración, perforaciones y condiciones atractivas para la inversión, Colombia no podrá evitar un duro golpe a los consumidores en 2026.
Leave a Reply