“El gremio se cansó”. Así lo sentenció José Adenis Ramírez, vocero de los taxistas de Ibagué, al confirmar que ya se preparan comités logísticos para un posible paro indefinido en la capital del Tolima. La decisión surge ante lo que denuncian como una falta de control a la ilegalidad en el transporte, situación que estaría llevando al borde del colapso al servicio tradicional de taxi en la ciudad.
Aunque aún no hay “hora cero”, el gremio confirmó que la próxima semana definirán el día exacto del cese de actividades, en caso de no recibir una respuesta concreta de la administración municipal. Incluso, advirtieron posibles bloqueos en puntos estratégicos como la Alcaldía o la Secretaría de Movilidad.
“La alcaldesa da unas órdenes que no se cumplen, los comparendos no son suficientes, y el caos sigue creciendo con vehículos particulares, motos y plataformas digitales que nos tienen arrumados”, afirmó Ramírez, quien también denunció que algunos conductores apenas logran $10 mil después de 12 horas de trabajo.
El paro busca visibilizar la difícil situación del gremio ante la expansión del transporte informal y el impacto económico que esto ha tenido en los taxistas locales. Aseguran que ya no hay rentabilidad en el negocio y que sienten que el Estado les ha dado la espalda.
Por su parte, Ricardo Fabián Rodríguez, secretario de Movilidad de Ibagué, aseguró que no hay razones objetivas para un paro, señalando que sí se han realizado controles e incrementado los comparendos contra la ilegalidad. Aun así, expresó que el diálogo con el gremio sigue abierto.
“Hemos cumplido con los compromisos. La administración está dispuesta al diálogo, pero sin afectar a la ciudad con bloqueos ni paros”, concluyó el funcionario.
El reloj corre y el clima de tensión crece en Ibagué. Si no hay una solución pronta, la movilidad podría quedar paralizada en los próximos días.
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