El exsenador Gustavo Bolívar encendió las redes al afirmar que el Senado no impulsa la reforma laboral por amor al trabajador, sino para frenar una posible consulta popular.
Con 13 votos a favor y solo 2 en contra, la Comisión Cuarta del Senado aprobó este martes 27 de mayo el tercer debate de la reforma laboral del Gobierno Petro. Sin embargo, el sorpresivo avance en el Congreso no fue celebrado por todos en el Pacto Histórico. Gustavo Bolívar, exdirector del Departamento de Prosperidad Social y voz crítica del establecimiento legislativo, no tardó en reaccionar y lanzó una fuerte acusación: “No se equivoquen. No es por convicción, es por cálculo”.
En un mensaje difundido en sus redes sociales, Bolívar aseguró que los senadores que dieron luz verde al proyecto no lo hicieron motivados por mejorar las condiciones laborales en el país, sino para debilitar el plan B del Ejecutivo: una consulta popular. “Estaban asustados. Lo hacen para frenar la Consulta porque pensaban perjudicar al Gobierno y terminaron dándole oxígeno”, afirmó.
La reforma —que ahora pasa a plenaria del Senado— incluye puntos clave como el pago adicional por trabajo en domingos y festivos y la modificación del horario nocturno, que comenzaría a las 7:00 p.m. A pesar de estos beneficios laborales, para Bolívar el contexto político ensombrece el proceso: “El Senado no trabaja para el pueblo sino para intereses particulares”.
Lo que sigue es crucial: si la plenaria del Senado aprueba la reforma, esta pasará a conciliación con la Cámara. De lograr consenso, quedará en manos del presidente Gustavo Petro, quien deberá decidir entre sancionar el texto o insistir en su propuesta de consulta popular, una carta aún no descartada del todo.
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