El presidente Gustavo Petro anunció que no autorizará la entrada de aviones estadounidenses con migrantes colombianos deportados, exigiendo un protocolo que garantice un trato digno antes de aceptar su repatriación.
En un comunicado publicado en su cuenta de X, Petro expresó su indignación por lo que considera un trato indigno hacia los migrantes colombianos en Estados Unidos. “Los EEUU no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos”, afirmó, dejando en claro que el país no permitirá el ingreso de vuelos con deportados sin garantías de respeto a los derechos humanos.
La decisión del mandatario colombiano surge en medio de las políticas migratorias más restrictivas de la administración de Donald Trump, quien recientemente inició una serie de deportaciones masivas desde la frontera con México. Según datos oficiales, cientos de personas han sido repatriadas en vuelos militares, un hecho que Petro calificó como inaceptable.
Esta postura marca un momento de tensión en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, tradicionalmente aliados estratégicos. Mientras tanto, la negativa de Petro resalta los desafíos humanitarios y diplomáticos que enfrentan los países de origen ante la creciente presión de las políticas migratorias estadounidenses.
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