El presidente Gustavo Petro ha justificado la reciente alza en el precio del ACPM, afirmando que mantener congelado el valor del diésel impacta negativamente a la población más vulnerable del país. A través de su cuenta en X, el mandatario explicó que la deuda generada por el subsidio a este combustible “afecta a los más pobres, ya que se desvían recursos vitales que podrían destinarse a combatir el hambre y mejorar la educación”.
El incremento, que se oficializó el 31 de agosto, implicará un aumento de $1.904 por galón de diésel, según lo informado por el Ministerio de Hacienda. Petro subrayó que esta medida es necesaria para reducir el déficit fiscal provocado por la sostenibilidad del subsidio, financiado por el Fondo de Estabilización de Precios.

Además de defender el ajuste, el presidente aprovechó para criticar la influencia del uribismo en las directivas de las principales empresas camioneras, insinuando que estas buscan desestabilizar su gobierno. “Sé del deseo de algunas grandes empresas de replicar lo sucedido en Chile con Allende, pero no podemos sacrificar a los pobres como hizo el gobierno de Duque con la gasolina”, aseveró Petro.
Para mitigar el impacto en el gremio transportador, el presidente instó al Ministerio de Transporte a facilitar la transición hacia fuentes de energía más limpias y económicas, haciendo especial énfasis en proteger a los pequeños camioneros independientes, tal como se hizo con los taxistas durante el incremento de la gasolina.
Finalmente, el Gobierno Nacional espera que esta medida permita ahorrar cerca de 1,6 billones de pesos en lo que resta del año, con el objetivo de aliviar las finanzas públicas. “El subsidio es insostenible y debemos empezar a ajustar el precio del diésel”, concluyó el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
Leave a Reply