Con la reanudación de las sesiones ordinarias del Congreso, el gobierno de Gustavo Petro enfrenta grandes obstáculos para sacar adelante sus reformas clave, como la de la salud y el trabajo. La falta de mayorías en el Legislativo ha obligado a Palacio a mover piezas políticas, ofreciendo puestos ministeriales como estrategia para asegurar apoyos.
El presidente Petro ha comenzado a negociar con partidos como la Alianza Verde, ofreciendo ministerios a figuras clave como Antonio Sanguino en Trabajo y María Fernanda Rojas en Transporte. Esta movida busca afianzar alianzas con congresistas y partidos cercanos que, a pesar de su apoyo inicial, habían comenzado a alejarse por falta de representación. En paralelo, Petro también ha buscado acercamientos con partidos como el Liberal y La U, buscando asegurar votaciones clave para sus reformas.
La crisis interna en su gabinete, tras la renuncia de ministros influyentes como Juan Fernando Cristo y Gloria Inés Ramírez, también ha afectado la gestión del gobierno. Con elecciones a la vista en 2026, el presidente necesita más que nunca lograr acuerdos con el Congreso, antes de que los legisladores se concentren en sus campañas. A pesar de la dificultad, algunos aliados como la senadora Esmeralda Hernández siguen confiando en las reformas que Petro plantea, destacando la importancia de la concertación.
Este año, clave para el gobierno, Petro busca afianzar gobernabilidad a través de estos movimientos estratégicos, mientras la oposición recalca que el camino hacia el consenso debe basarse en una política sin condicionamientos ajenos a la buena gobernanza.
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