Sevilla, España. Un cruce diplomático cargado de tensión protagonizaron el presidente colombiano Gustavo Petro y su homólogo francés Emmanuel Macron durante la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, realizada el 30 de junio en Sevilla.
El presidente Petro criticó con dureza a los países del norte global —en especial a Estados Unidos y Europa— al afirmar que han desplazado el debate ambiental con narrativas anti-migración, alimentadas por el avance de la extrema derecha, para capitalizar el miedo al extranjero y así ganar votos. Además, cuestionó el manejo desigual de recursos esenciales durante crisis como la pandemia, al señalar que las vacunas llegaron primero a las potencias, relegando a regiones del sur.
Sus señalamientos no cayeron bien. Macron tomó el micrófono para exigir respeto, rechazando lo que calificó como una visión simplista de la política europea y recordando que en ese continente también hay líderes que combaten el extremismo. “Nunca le doy lecciones a alguien del sur… y es un poco extraño recibir lecciones solo porque viene del sur. Exijo el mismo respeto”, lanzó el mandatario francés.
Macron insistió en que no es posible construir una agenda global común desde la confrontación ni con visiones poscoloniales que responsabilizan exclusivamente al norte. Además, defendió la respuesta europea durante la pandemia, citando su participación en iniciativas africanas para garantizar vacunas, y pidió que el debate internacional se base en hechos, datos y ciencia.
Mientras Petro escuchaba el fuerte llamado de Macron, quedó claro que, más allá de las buenas intenciones, el sur y el norte aún tienen cuentas pendientes por saldar en materia de confianza, cooperación y narrativa política.
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