La CRC le cerró el paso a la intervención que el presidente pretendía emitir por televisión nacional, argumentando que no cumplía con los requisitos legales para ser un espacio institucional.
El intento del presidente Gustavo Petro de usar la televisión para promover la consulta popular y la marcha del 1 de mayo fue frenado en seco. La Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) negó la solicitud de la Presidencia, aclarando que el contenido no se ajustaba a los fines establecidos para los espacios institucionales y que su decisión no constituye censura.
Según la CRC, el espacio solicitado mezclaba la convocatoria a la movilización con temas aún en trámite legislativo, lo que desbordaba el uso permitido de estos espacios. La Comisión propuso como alternativa separar los mensajes: uno para invitar a marchar y otro para la pedagogía de la consulta, una medida que busca proteger la libertad de expresión y evitar la instrumentalización de los medios públicos.
La controversia no es nueva. Petro ha sido criticado en varias ocasiones por el uso intensivo —y a veces polémico— de las transmisiones oficiales, incluso transmitiendo Consejos de Ministros, lo cual fue recientemente restringido por el Consejo de Estado. Según el fallo, forzar a los ciudadanos a consumir ese contenido en horarios prime vulnera el derecho a la libertad de elección informativa.
Desde 2022, la CRC ha autorizado 68 espacios institucionales solicitados por Presidencia y otras entidades gubernamentales. Sin embargo, esta vez, el contenido político del mensaje presidencial cruzó una línea roja que ni el ente regulador ni el Consejo de Estado estuvieron dispuestos a ignorar.
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