Gaza enfrenta la peor crisis de hambre registrada desde el inicio del conflicto, mientras más de 6.000 camiones con ayuda humanitaria permanecen bloqueados fuera del territorio, según denunció la Organización de Naciones Unidas este jueves.
La ONU advirtió que “la crisis de hambre en Gaza nunca ha sido tan grave”, y trabajadores humanitarios en el terreno alertan que “el hambre está en todas partes”. Médicos palestinos aseguran que la población ya no teme la hambruna: la está experimentando.
Mientras tanto, Israel afirma que ha facilitado la entrada de la ayuda y responsabiliza a la ONU por no distribuirla. Según las Fuerzas de Defensa israelíes, más de 950 camiones se encuentran dentro de Gaza a la espera de ser recogidos. Sin embargo, el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, rechazó estas declaraciones señalando que “el cruce de Kerem Shalom no es un autoservicio de McDonald’s” y que las autoridades israelíes no están otorgando los permisos necesarios para acceder a la ayuda.
Más de dos millones de personas están atrapadas en Gaza bajo órdenes de evacuación o en zonas militarizadas, según datos de la ONU, con apenas 28 camiones al día entrando, cuando se necesitan al menos 600 diarios para alimentar a la población.
La presión internacional crece: más de 100 ONG y gobiernos de países como Reino Unido, Canadá, Australia y Japón acusan a Israel de obstaculizar deliberadamente el acceso a alimentos y medicinas, y denuncian como ineficaz y mortal el sistema de distribución alternativo que ha implementado con la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), la cual ha sido vinculada a la muerte de más de 1.000 palestinos en intentos de conseguir comida.
Desde el 7 de octubre de 2023, el conflicto ha dejado más de 59.000 muertos en Gaza, entre ellos más de 17.000 niños, según el Ministerio de Salud del enclave. Las agencias internacionales alertan que incluso los periodistas que cubren la guerra están ahora al borde de morir de hambre.
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