La situación humanitaria en la Franja de Gaza alcanza niveles alarmantes. Un total de 111 organizaciones humanitarias, entre ellas Médicos Sin Fronteras, Save the Children y Oxfam, advirtieron este miércoles 23 de julio que una “hambruna masiva” está matando lentamente a la población gazatí, incluidos trabajadores de ayuda humanitaria que ya no pueden asistir sin también necesitar asistencia.
En un comunicado conjunto, las ONG exigieron la negociación urgente de una tregua, la apertura de los cruces fronterizos y el libre acceso de ayuda bajo la coordinación de Naciones Unidas. “Nuestros colegas y aquellos a quienes servimos están muriendo lentamente”, aseguraron.
Pese a que Israel alivió parcialmente el bloqueo en mayo, la escasez de alimentos, agua y medicinas sigue siendo crítica. Más de dos millones de personas sufren los efectos de 21 meses de conflicto, mientras toneladas de ayuda humanitaria permanecen sin distribuir dentro y fuera del enclave.
El comunicado denuncia que incluso los trabajadores humanitarios deben arriesgar sus vidas al intentar recoger alimentos, sumándose a una población desesperada que ha sido atacada en puntos de distribución. La ONU informó que más de 1.000 palestinos han muerto al intentar acceder a ayuda desde que comenzó a operar la Fundación Humanitaria de Gaza, apoyada por Israel y EE. UU., que desplazó al sistema gestionado por Naciones Unidas.
“Los palestinos están atrapados en un ciclo de esperanza y dolor, esperando asistencia y treguas, solo para despertar a condiciones peores”, afirman las organizaciones. La crisis en Gaza no solo cobra vidas por hambre, sino que destruye psicológicamente a una población para la que la sobrevivencia se ha convertido en un espejismo.
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