La reforma laboral del Gobierno Petro sigue viva en el Senado: se redactará una nueva ponencia antes del 27 de mayo, lo que representa un alivio para trabajadores formales y rurales que esperan mejoras en sus condiciones laborales.
En una jornada decisiva, la Comisión Cuarta del Senado decidió no archivar la reforma laboral propuesta por el Gobierno de Gustavo Petro, abriendo paso a una nueva etapa de discusión y ajustes en uno de los proyectos más ambiciosos del Ejecutivo. La decisión se tomó tras escuchar a 84 sectores sociales, ciudadanos y gremios, en una audiencia que evidenció tanto apoyos como preocupaciones frente al alcance de la reforma.
El senador John Jairo Roldán, del Partido Liberal, confirmó el compromiso del Congreso para avanzar en la redacción de una nueva ponencia antes del martes 27 de mayo, paso previo a su votación en la plenaria del Senado. La iniciativa busca transformar el panorama laboral del país, con especial atención en la formalización del trabajo rural, la estabilidad laboral y la protección de derechos para los trabajadores.
El Gobierno, a través del ministro del Interior, Armando Benedetti, manifestó su disposición a construir consensos con todos los sectores, incluyendo gremios empresariales, para lograr una reforma que sea viable política y técnicamente. “Buscamos una reforma sólida y concertada, no una imposición”, afirmó Benedetti.
Sin embargo, gremios como Fenalco y el Consejo Gremial siguen expresando reservas. Temen que el aumento de costos laborales afecte el empleo formal, especialmente entre micro, pequeñas y medianas empresas. En el caso del campo, el presidente de la SAC, Jorge Enrique Bedoya, propuso crear un contrato especial para labores temporales, que permita ajustar la ley a las realidades del trabajo agrícola.
Con la reforma aún en juego, el Congreso enfrenta la tarea de equilibrar las demandas sociales con la sostenibilidad del empleo formal en Colombia. Los próximos días serán decisivos para definir el futuro de millones de trabajadores.
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