Durante un enérgico debate de control político en la Comisión Quinta del Senado, el senador Miguel Barreto alzó su voz en defensa de millones de colombianos afectados por las abusivas tarifas de energía y gas, y por la crítica calidad del servicio que prestan empresas como Celsia. En su intervención, denunció con firmeza la inacción de la Superintendencia de Servicios Públicos, señalando que el sector ha sido capturado por un oligopolio que desde hace 35 años opera sin control, olvidando a los ciudadanos y priorizando intereses económicos por encima del bienestar de las comunidades.
“Nos están empobreciendo y nadie responde. La SuperServicios le quedó grande a Colombia”, sentenció Barreto, al tiempo que exigió una intervención urgente, efectiva y sin contemplaciones en defensa de los usuarios.
El senador puso como ejemplo la situación crítica que enfrentan diariamente los habitantes de municipios del Tolima, donde el servicio de energía eléctrica, prestado por Celsia, se ha convertido en un verdadero calvario. Apagones constantes, fluctuaciones de voltaje y cortes reiterados hasta 12 en un solo día afectan no solo la calidad de vida de las familias, sino también la operación de pequeños negocios y la tranquilidad de miles de hogares. Pese a esta dramática realidad, los informes de la Superintendencia se limitan a repetir que “todo está bien”, en una evidente desconexión con las vivencias de los usuarios.
“¿Dónde están la transparencia, la equidad y la responsabilidad que ordenan las leyes 142 y 143?”, cuestionó el senador, recordando que la razón de ser de las instituciones debe ser proteger al ciudadano, no blindar a los poderosos.
Barreto también se refirió a la transición energética que promueve el Gobierno Nacional, la cual, según dijo, está siendo bloqueada por las mismas empresas que dominan el mercado. A pesar de que Colombia cuenta con el potencial para liderar en energía solar y eólica, muchos proyectos enfrentan barreras injustificadas, como la negación de permisos de conexión o trabas regulatorias impuestas por quienes controlan la red. “¿Cómo hablar de transición si los dueños del negocio no permiten avanzar?”, cuestionó.
El debate, promovido por el senador Barreto, no solo puso en evidencia las falencias del modelo actual, sino que logró un primer paso hacia la acción concreta: se concertó la visita del Superintendente de Servicios Públicos al departamento del Tolima para analizar, sobre el terreno, la gravedad de la situación.
“Hoy más que nunca necesitamos alzar la voz por lo fundamental: los ciudadanos. Esta visita no puede ser una más sin consecuencias. Debe marcar el inicio de un cambio real”, puntualizó Barreto.
El llamado del senador es claro, urge una reforma estructural en la regulación y vigilancia de los servicios públicos. Colombia no puede seguir siendo rehén de unas pocas empresas mientras la ciudadanía paga las consecuencias de un sistema desigual, ineficiente y abusivo.
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