La reciente autorización otorgada por el Concejo de Medellín para que Empresas Públicas de Medellín (EPM) venda su participación en Tigo-UNE podría desencadenar un profundo cambio en el sector de telecomunicaciones en Colombia.

Este movimiento estratégico tiene el potencial de reconfigurar el mercado de manera sustancial.

El gerente de EPM, John Maya, reveló que Millicom, actual propietario de una parte de Tigo, ha mostrado interés en adquirir las acciones de EPM. Además, señaló que esta misma compañía ha realizado una oferta al Gobierno para comprar su participación en Coltel, la empresa detrás de Movistar, lo que podría culminar en la fusión de ambas compañías bajo un único operador.

“Esto sería lo ideal, y voy a explicar por qué. En la industria de las telecomunicaciones, los grandes inversionistas son pocos, y Millicom, siendo uno de los jugadores más relevantes a nivel mundial, tiene el interés de expandir su control en el mercado”, sostuvo Maya.

El ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Mauricio Lizcano, advirtió que, de concretarse esta fusión, el mercado colombiano quedaría en manos de solo dos gigantes: Tigo y Movistar, enfrentados directamente con Claro.

“Si la Superintendencia de Industria y Comercio aprueba esta operación, la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) tendrá que revisar y ajustar su marco regulatorio para preservar la competencia. Aunque dos operadores podrían mantener una dinámica competitiva, este es un desafío que deberá afrontar el sector en los próximos meses”, afirmó Lizcano.

Este escenario plantea riesgos no solo para los usuarios, quienes podrían enfrentar aumentos en las tarifas debido a la disminución de competencia, sino también para los operadores más pequeños, como Wom, que ya enfrentan obstáculos en el mercado.

El periodista económico Víctor Grosso, de Blu Radio, planteó una inquietud central: ¿Cómo impactaría este cambio en los precios? “Al pasar de un mercado con tres grandes operadores a solo dos, existe un riesgo latente de que los precios para los usuarios se incrementen”, advirtió Grosso.

Por otro lado, la posibilidad de que el Gobierno venda su participación en Movistar a través de ColTel también está sobre la mesa. Sin embargo, la postura del presidente Gustavo Petro, quien ha expresado su oposición a la enajenación de acciones de EPM, introduce un elemento de incertidumbre.

El ministro Lizcano subrayó que la venta de estas acciones podría ser vista como una oportunidad económica para el Gobierno, pero señaló que es improbable que el presidente acceda a esta transacción, dada su posición política.

El desenlace de esta situación dependerá de la evaluación que haga el presidente Petro sobre los beneficios y riesgos involucrados, en un contexto donde la coherencia política y la viabilidad económica jugarán un papel crucial en la decisión final.


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