Subsidios a tasas de interés y sectores estratégicos impulsarán la economía nacional
Un acuerdo sin precedentes entre el Gobierno del presidente Gustavo Petro y la Asobancaria, presidida por Jonathan Malagón, promete revolucionar el acceso al crédito en Colombia. Con una inyección de $55 billones, esta alianza busca revitalizar sectores clave como la vivienda, la industria, la agricultura, la economía popular y el turismo, consolidando lo que Malagón ha denominado como un “gran pacto por el crédito”.
Catalizador del crecimiento económico
Este pacto no solo promete dinamizar el sector de la vivienda, sino que también proyecta un impacto significativo en el Producto Interno Bruto (PIB) del país. Según Malagón, este impulso crediticio podría añadir un 1% adicional al crecimiento del PIB en los próximos 18 meses, acercando a Colombia a sus niveles de crecimiento potencial.
Mejoras en las condiciones de crédito hipotecario
Uno de los beneficios más destacados de este acuerdo es la reducción de las tasas de interés para la compra de vivienda, que ya han caído en 450 puntos básicos en los últimos meses. Esto significa que las tasas hipotecarias, que solían rondar el 14%, ahora se sitúan en torno al 10% o incluso menos, haciendo más accesible el sueño de la casa propia para miles de familias colombianas.
Malagón enfatizó que esta es una oportunidad histórica para quienes desean adquirir su primera vivienda, destacando que “es absolutamente inédito que haya una tasa de vivienda por debajo de la referencia de un CDT”. Además, los programas gubernamentales como “Mi Casa Ya” seguirán ofreciendo subsidios, fortaleciendo aún más el acceso a la vivienda.
Ampliación de beneficios a sectores estratégicos
El acuerdo no se limita solo a la vivienda. En el ámbito agrícola, se implementarán incentivos como el ICR y el ISA, que mejorarán las condiciones crediticias para los agricultores, mientras que la economía popular también verá un aumento en el número de créditos, respaldados por garantías del Fondo Nacional de Garantías.
Malagón fue claro al afirmar que, aunque no se establece una tasa fija para todos los sectores, la tendencia es a la baja. “Las tasas van a seguir disminuyendo durante el segundo semestre del año”, aseguró, destacando que el pacto está diseñado para ofrecer condiciones muy favorables en el mercado crediticio.
Protección del ahorro y estabilidad financiera
Frente a las preocupaciones sobre la seguridad del ahorro de los colombianos, Malagón fue enfático: “El ahorro está completamente protegido”. Este acuerdo, lejos de comprometer la estabilidad financiera, refuerza el compromiso de los bancos de gestionar los recursos con responsabilidad, siguiendo estrictos criterios de riesgo y cumpliendo con la regulación vigente.
Este pacto histórico no solo representa un paso crucial para el crecimiento económico de Colombia, sino que también abre nuevas oportunidades para miles de colombianos que buscan mejorar su calidad de vida a través del acceso a un crédito más accesible y justo.
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