En Halloween, la emoción de disfrazarse y pedir dulces puede distraer a padres y niños de tomar las precauciones necesarias para evitar alergias, asfixias y otros accidentes. Aunque la creatividad en disfraces es parte del espíritu de la temporada, es esencial elegir opciones seguras y libres de riesgos.
Elige disfraces seguros:
Al momento de seleccionar un disfraz, asegúrate de que esté hecho de materiales no tóxicos y resistentes al fuego, como poliéster o nylon. Evita telas inflamables o que puedan causar irritaciones en la piel. Las máscaras, aunque populares, pueden limitar la respiración y la visibilidad. En su lugar, considera usar maquillaje no tóxico, que debe probarse en una pequeña zona de la piel 24 horas antes para evitar reacciones alérgicas.
Cuidado con el maquillaje y los accesorios:
El maquillaje colorido es una opción muy usada, pero es importante verificar que los productos estén aprobados por organismos como la FDA para evitar sustancias tóxicas cerca de los ojos y la piel. Además, los accesorios pequeños y piezas sueltas en los disfraces pueden representar un riesgo de asfixia, especialmente para los más pequeños.
Visibilidad y seguridad vial:
La noche de Halloween está llena de actividades al aire libre, por lo que los disfraces deben incluir elementos reflectantes o llevar linternas para garantizar la visibilidad de los niños en la oscuridad. Asegúrate de que los disfraces no sean demasiado largos o sueltos para evitar tropiezos y caídas.
Siguiendo estos consejos, lograrás que Halloween sea una experiencia divertida y, sobre todo, segura para los más pequeños.
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