El presidente de Colombia, Gustavo Petro, rechazó las críticas de Estados Unidos tras el congelamiento de fondos para la Justicia Especial para la Paz (JEP) y subrayó la soberanía de su gobierno para tomar decisiones. En un discurso cargado de tensiones diplomáticas, Petro reafirmó que Colombia no será un “apéndice de la Casa Blanca”.
Durante la posesión de Laura Sarabia como nueva canciller y Diego Guevara como ministro de Hacienda, Gustavo Petro rechazó el congelamiento de los recursos destinados a la JEP por parte de Estados Unidos, calificándolo como parte de una política general de reducción de ayudas internacionales. Aseguró que su gobierno asumirá la financiación de este organismo clave para la paz en Colombia, destacando su importancia en la reparación de las víctimas y la búsqueda de la verdad.
El presidente también criticó las recientes tensiones con Estados Unidos, provocadas por sus declaraciones en redes sociales sobre la deportación de colombianos. Petro defendió la autonomía de su gobierno, afirmando que Colombia no será una extensión de la política estadounidense, y sostuvo que su administración continuará defendiendo sus intereses nacionales, así como los de la humanidad.
Además, Petro aprovechó para reiterar su apoyo a la lucha contra el cambio climático, asegurando que el país tiene la oportunidad de diversificar su economía y apostar por alternativas sostenibles. Su discurso fue un claro mensaje de independencia frente a las presiones externas y una defensa de los derechos soberanos de Colombia.
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