Investigaciones recientes revelan que un simple rasguño en una sartén de teflón puede liberar millones de partículas microplásticas y compuestos tóxicos, como los PFAS, vinculados a graves riesgos para la salud humana, incluyendo cáncer e infertilidad.
Los compuestos perfluoroalquilados (PFAS), presentes en sartenes de teflón y otros productos cotidianos, son conocidos como “químicos eternos” debido a su dificultad para degradarse. Estos compuestos se han detectado en la sangre del 99% de los estadounidenses analizados y están relacionados con trastornos del desarrollo, enfermedades crónicas y problemas en el sistema inmunológico.
Además de los utensilios de cocina, los PFAS se encuentran en agua potable, ropa, productos para bebés y muchos objetos de uso diario, lo que aumenta la preocupación por su impacto en la salud pública. La exposición prolongada a estos químicos puede aumentar el riesgo de enfermedades graves, lo que ha llevado a algunos estados a prohibir su uso en productos de consumo.
Los expertos sugieren evitar el uso de sartenes dañadas y optar por materiales más seguros como acero inoxidable, hierro fundido o cerámica, mientras se espera una regulación federal más estricta para abordar este problema.
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