Un estudio reciente publicado en el American Journal of Clinical Nutrition resalta el papel del magnesio en la regulación del metabolismo y el control del peso, posicionándolo como un nutriente clave en la lucha contra la obesidad.
Este mineral esencial, involucrado en más de 300 reacciones bioquímicas, tiene un impacto significativo en los niveles de insulina, ayudando al cuerpo a metabolizar la glucosa de manera más eficiente. Según los investigadores, mantener niveles adecuados de magnesio puede reducir la acumulación de grasa al mejorar la sensibilidad a la insulina y prevenir el almacenamiento excesivo.
El estudio también señala que el magnesio influye en neurotransmisores como la dopamina, que están relacionados con la sensación de saciedad y el control de los antojos. Este efecto contribuye a una mejor regulación del apetito, lo que refuerza su potencial como herramienta en programas de pérdida de peso.
Los expertos recomiendan incluir alimentos ricos en magnesio, como nueces, espinacas y legumbres, como parte de una dieta equilibrada y acompañada de ejercicio. Sin embargo, advierten que su consumo debe ser supervisado por un médico para garantizar una ingesta adecuada y evitar posibles efectos adversos.
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