Tras reunirse con el papa León XIV, el presidente Gustavo Petro planteó que el Vaticano podría convertirse en la nueva sede de los diálogos de paz con el ELN, apelando a un reencuentro con los valores revolucionarios y humanistas.
Desde Roma, el presidente Gustavo Petro sorprendió con una propuesta inédita en el proceso de paz con el ELN: llevar las conversaciones al Vaticano. El anuncio lo hizo tras su reunión del 19 de mayo con el papa León XIV, donde discutieron el rumbo de los diálogos y la necesidad de reconectar al grupo armado con sus orígenes ideológicos.
“El ELN olvidó sus principios revolucionarios, olvidó que sacerdotes católicos estuvieron en sus filas. Hoy están matando campesinos pobres, y eso es traicionar la opción preferencial por los pobres”, declaró Petro, señalando que el grupo ha abandonado sus causas para aliarse con intereses criminales ligados al narcotráfico.
El mandatario aseguró que aunque la guerrilla quiere mantener las negociaciones en Cuba y Venezuela, el Vaticano podría ofrecer un escenario simbólicamente poderoso para recuperar el sentido humanista del proceso. “Es aquí donde se puede recordar la teoría del amor eficaz”, afirmó, haciendo referencia a una visión cristiana del compromiso con los pobres y marginados.
La posibilidad de que la Santa Sede asuma un rol más activo en la paz colombiana marcaría un nuevo capítulo en los acercamientos con el ELN, que en las últimas semanas se han visto tensos por hechos de violencia y falta de avances sustanciales. Petro concluyó preguntando públicamente: “¿Cómo podría el Vaticano ser la sede de las nuevas conversaciones de paz?”, abriendo la puerta a un diálogo con tono ético y espiritual.
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