Devuelven Sanitas a sus dueños: más deuda, menos claridad y muchas preguntas

Después de más de 15 meses bajo control estatal, la EPS Sanitas regresa a manos privadas en medio de advertencias por su deterioro financiero y operativo, según revela un informe de empalme divulgado en septiembre de 2025.

Sanitas, una de las principales EPS del país perteneciente al Grupo Keralty, fue devuelta oficialmente a sus propietarios tras una prolongada intervención por parte de la Superintendencia Nacional de Salud. Sin embargo, el proceso no fue simple ni transparente: un informe de 38 páginas detalla una radiografía preocupante de la entidad.

La entrega se produjo luego de que la Corte Constitucional ordenara devolver el control desde el 26 de junio de 2025, aunque el Gobierno tardó casi dos meses en acatar el fallo. Durante ese lapso, surgieron dudas sobre la demora y los movimientos administrativos internos, lo que ha generado suspicacias en el sector salud.

Radiografía de una EPS debilitada

El acta de empalme reveló que Sanitas incumple indicadores clave: no cuenta con patrimonio técnico ni capital mínimo, presenta pérdidas por el desbalance entre ingresos operacionales y costos, y mantiene deudas por $2,8 billones con prestadores de servicios de salud.

“El incumplimiento de indicadores obliga a continuar con el proceso de giro directo”, señaló el interventor Kemer Ramírez durante la entrega. La EPS registra pagos por $13,7 billones durante la intervención, aunque mantiene cuentas por pagar por $2,2 billones a corte del 15 de agosto.

Cuestionamientos, tensiones y advertencias

El presidente Gustavo Petro defendió la intervención acusando una situación financiera insostenible, mientras criticaba el fallo judicial que ordenó devolver la entidad. “No tiene capital mínimo ni inversión de reservas técnicas. Pone en riesgo a sus usuarios”, dijo el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.

Por su parte, el expresidente de Sanitas, Juan Pablo Rueda, y su vicepresidente financiero, Óscar Anzola, reclamaron falta de claridad en la información financiera entregada. Aunque se prometió un informe completo, solo se entregó una versión preliminar durante el empalme.

¿Qué sigue para Sanitas?

Con 3.783 empleados, la EPS enfrenta el reto de recuperar su estabilidad operativa y financiera, mientras persisten alertas sobre patologías en aumento como el cáncer y el déficit en la Unidad de Pago por Capitación (UPC), cuya insuficiencia no fue analizada por la intervención, según admite el propio informe.

El proceso de devolución cierra con una frase que refleja el estado actual de la entidad: “No todos los resultados son positivos (…), se debe trabajar en todo aquello que aún persiste con resultados bajos o con inconvenientes. Es un desafío para la EPS”.


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