En un esfuerzo por mejorar la calidad del aire y asegurar el cumplimiento de las normativas de transporte, las autoridades de movilidad en Ibagué han intensificado los operativos de control sobre buses y taxis de la ciudad. Estos controles se enfocan en verificar que los conductores cuenten con la documentación vigente, incluyendo la tarjeta de operación, la cual es esencial para la legalidad de la prestación del servicio. La ausencia de este documento puede derivar en la inmovilización del vehículo.
Según declaraciones de Daniel Murillo, agente de tránsito, uno de los objetivos de estos operativos es asegurar que el transporte público opere de manera segura y en regla. Sin embargo, un tema que preocupa a los ciudadanos es la contaminación que generan las busetas, señaladas como las principales emisoras de humo y material particulado, lo que ha generado múltiples quejas por parte de los residentes. Esta situación es respaldada por estudios de CORTOLIMA, que indican que los buses y taxis contribuyen significativamente a la contaminación atmosférica, especialmente aquellos que operan con motores diésel que emiten altos niveles de material particulado.
Además de la verificación documental, las autoridades también han iniciado el monitoreo de las emisiones de gases de los vehículos, con la finalidad de disminuir los efectos de la contaminación en la salud pública, especialmente en las zonas urbanas de mayor tráfico. Se espera que estos controles no solo reduzcan los niveles de emisiones contaminantes, sino que también mejoren el servicio de transporte público en Ibagué, el cual es esencial para la movilidad de miles de ciudadanos.
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