El sector cafetero colombiano celebra un hito sin precedentes: el precio interno de referencia del café alcanzó los $3.000.000 por carga de 125 kilogramos de pergamino seco el pasado viernes, 31 de enero de 2025. Este valor, publicado por la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), representa un récord histórico para los productores nacionales.
Paralelamente, en la Bolsa de Nueva York, los futuros del café arábica se cotizaron a US$3,80 por libra, marcando un nuevo máximo en el mercado internacional.
Factores detrás del incremento
Este notable ascenso en los precios se atribuye a una combinación de factores climáticos y de mercado. Brasil, el principal productor mundial de café arábica, ha enfrentado condiciones climáticas adversas, incluyendo sequías severas, que han afectado negativamente sus cosechas. Estas dificultades han generado una reducción en la oferta global del grano, impulsando los precios al alza.
Además, la creciente demanda internacional de café de alta calidad ha contribuido a esta tendencia alcista. Los comerciantes informan que entre el 70% y el 80% de la cosecha actual de arábica de Brasil ya se ha vendido, y las nuevas transacciones son escasas, lo que refuerza la presión sobre los precios.
Impacto en la economía colombiana
Este incremento en el precio del café tiene implicaciones significativas para la economía colombiana. Con una cosecha que generó $16 billones en 2024, el sector cafetero aporta casi un punto porcentual al Producto Interno Bruto (PIB) total del país y más del 23% del PIB agropecuario, según cálculos preliminares.
Germán Bahamón, gerente de la FNC, destacó que “la cotización de la libra de café ha crecido en un 95% en el último año, alcanzando máximos históricos”. Este aumento representa una retribución más justa para las más de 557.000 familias cafeteras colombianas. Sin embargo, Bahamón enfatizó la importancia de abordar este crecimiento con prudencia y una estrategia enfocada en la sostenibilidad a largo plazo.
Perspectivas futuras
Aunque el clima en Brasil ha mostrado mejoras tras la sequía del año pasado, se anticipa que la próxima cosecha será un 4,4% menor que la actual, según la agencia de abastecimiento de alimentos de Brasil, Conab. Esta proyección sugiere que los precios podrían mantenerse elevados en el corto plazo.
Para los caficultores colombianos, este escenario presenta tanto oportunidades como desafíos. Si bien los precios altos ofrecen mayores ingresos, también es crucial implementar prácticas agrícolas sostenibles y estrategias de mitigación de riesgos para garantizar la estabilidad del sector ante posibles fluctuaciones futuras.
En resumen, el café colombiano vive un momento histórico, con precios que reflejan tanto las dinámicas del mercado global como el arduo trabajo de miles de familias dedicadas a su cultivo. La clave estará en aprovechar este auge con visión y responsabilidad, asegurando la prosperidad del sector en los años venideros.
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