La red social X, propiedad de Elon Musk, enfrenta una suspensión total en Brasil tras incumplir una orden judicial. Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil, ordenó el bloqueo inmediato de la plataforma en todo el territorio nacional, en respuesta a la negativa de X de cumplir con las disposiciones legales establecidas.
La orden, que exige la suspensión integral de “X Brasil Internet LTDA”, fue emitida debido a la falta de un representante legal en el país, una exigencia clave que X desestimó a pesar de las advertencias previas. La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) tiene un plazo máximo de 24 horas para garantizar la implementación efectiva de esta medida.
El juez Moraes también ha ordenado a gigantes tecnológicos como Google y Apple, así como a proveedores de internet, que utilicen barreras tecnológicas para impedir el acceso a la aplicación X en Brasil. La negativa de la plataforma a cumplir con lo que considera “órdenes ilegales” ha provocado una fuerte reacción de Musk, quien criticó al juez, calificándolo de “dictador malvado” y acusándolo de limitar la libertad de expresión.
Esta medida permanecerá en vigor hasta que X acate las órdenes judiciales, abone las multas impuestas y designe un representante legal en el país. En el trasfondo de esta confrontación legal, Elon Musk ha sido investigado desde abril por reactivar cuentas bloqueadas por la justicia brasileña, en un intento de frenar la desinformación, especialmente durante el proceso electoral reciente.
Además, la situación se agrava con el bloqueo de las cuentas bancarias de Starlink, otra empresa de Musk, bajo la misma orden judicial. Starlink, que provee servicios de internet satelital en el norte de Brasil, ha catalogado la decisión como “infundada” y ha anunciado su intención de apelar, argumentando que las sanciones impuestas a X no deberían extenderse a otras empresas del magnate.
Este conflicto entre la justicia brasileña y Elon Musk pone en tela de juicio el manejo de la libertad de expresión y la responsabilidad corporativa en la era digital, con implicaciones que van más allá de las fronteras de Brasil.
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