El paro camionero que sacude varias regiones del país, motivado por el incremento del precio del ACPM, está generando graves consecuencias en Bogotá. La capital enfrenta un panorama preocupante, según alertó el alcalde Carlos Fernando Galán, quien advirtió que las reservas de gasolina en la ciudad solo alcanzan para seis días, mientras que el combustible para aviones tiene un inventario de apenas cuatro días.
“Actualmente, contamos con reservas para seis días de gasolina corriente y cuatro días de diésel y combustible de aviación. Aunque no estamos en una alerta inminente, si el paro se extiende, el desabastecimiento de combustible será inevitable”, indicó el mandatario.
El impacto no se limita al suministro de combustibles. Las consecuencias económicas son devastadoras, con una afectación diaria de más de 30.000 millones de pesos, de acuerdo con cálculos del gobierno distrital. Sectores como el hotelero y gastronómico se han visto gravemente afectados, agravando la crisis en la actividad económica de la ciudad.
“Este paro ha generado un daño considerable a la economía de Bogotá, afectando principalmente al turismo y la gastronomía, entre otros sectores”, afirmó el alcalde, resaltando la urgencia de una solución rápida para evitar mayores daños.
La situación también ha impactado el ingreso de alimentos a la ciudad. La secretaria de Desarrollo Económico, María del Pilar López, señaló que la entrada de productos alimenticios se ha reducido en un 55%, mientras que el número de vehículos que transportan alimentos cayó en un 54%. Como resultado, los precios de los alimentos comienzan a subir, una tendencia que podría continuar incluso después de que el paro termine.
La administración distrital monitorea de cerca el suministro de productos básicos y espera que las negociaciones con los transportadores permitan poner fin a esta crisis que amenaza con desbordarse en los próximos días.
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