En Colombia, donde la geografía puede convertirse en una barrera para la educación, una innovadora estrategia está transformando esa realidad: la Educación Inicial Rural Itinerante. Si los niños no pueden llegar a la escuela, entonces la escuela llega hasta ellos.
Esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Educación Nacional, lleva maestras y maestros directamente a los hogares de niñas y niños de 3 a 5 años que viven en zonas rurales dispersas, donde no hay sedes educativas cercanas. El objetivo: garantizar el derecho a una educación inicial de calidad, sin importar la ubicación geográfica.
A través de encuentros individuales, entre pares y con familias, los docentes implementan estrategias pedagógicas adaptadas al contexto de cada comunidad, privilegiando el juego, la literatura, las expresiones artísticas y la exploración como ejes del aprendizaje. Además, se promueve la vinculación oficial al sistema educativo mediante el SIMAT, asegurando la permanencia escolar y una transición armónica a otros niveles.
Durante un webinar liderado por la Dirección de Primera Infancia del viceministerio de Educación Preescolar, Básica y Media, se socializaron los lineamientos de esta estrategia ante equipos de Secretarías de Educación, directivos docentes y administradores, evidenciando el compromiso institucional con su expansión y fortalecimiento.
Amparada por la Ley 1804 de 2016, el Decreto 1411 de 2022 y la reciente Circular 31 de 2025, la estrategia ha pasado de implementarse en 10 a 33 Secretarías de Educación, consolidándose como una respuesta efectiva a los desafíos de la ruralidad dispersa. La meta: articular esfuerzos entre salud, educación, cultura e ICBF para garantizar una atención integral en los territorios más alejados del país.
La Educación Inicial Rural Itinerante no solo lleva conocimiento, sino también oportunidades de desarrollo integral y dignidad educativa a quienes más lo necesitan. Porque en Colombia, la escuela ya no espera: camina, viaja y llega… directo al corazón del hogar.
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