La ONU advierte que la situación “empeora cada hora” mientras Israel intensifica su ofensiva terrestre en la capital de Gaza. Más de 200.000 personas han sido desplazadas y 26.000 niños necesitan tratamiento urgente contra la desnutrición.
La ciudad de Gaza vive una de sus horas más oscuras. Israel lanzó una nueva ofensiva terrestre con el objetivo declarado de eliminar a Hamas, mientras la ONU advierte que la situación humanitaria “empeora cada hora”. Miles de civiles han sido obligados a abandonar sus hogares nuevamente, tras recibir una orden del ejército israelí de evacuar en un plazo de 48 horas y dirigirse al sur por la carretera Salah ad Din.
Las imágenes que llegan desde la Franja reflejan un colapso total: mujeres dando a luz en las calles sin asistencia médica, niños traumatizados y con desnutrición aguda, y carreteras colapsadas por el éxodo forzado.
Según datos de la ONU, entre lunes y martes casi 40.000 personas se desplazaron hacia el sur, sumando más de 200.000 desde mediados de agosto. Mientras tanto, los centros de distribución de comida han sido forzados a cerrar por las intensas operaciones militares, agravando el hambre y dificultando el tratamiento de al menos 4.000 niños con desnutrición.
“Unos 26.000 niños necesitan tratamiento urgente contra la desnutrición aguda”, denunció UNICEF, alertando que la saturación de servicios en el sur amenaza con colapsar la ayuda humanitaria.
Las agencias de la ONU insisten en que los civiles deben ser protegidos conforme al derecho internacional. Sin embargo, sobre el terreno, la emergencia humanitaria se profundiza cada hora.
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