La reforma tributaria está en marcha y promete tocar varios bolsillos. En el primer debate del presupuesto para 2026, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, confirmó que el Gobierno prepara una nueva reforma fiscal para recuperar el cumplimiento de la regla fiscal y cubrir el déficit presupuestal.
Entre los puntos clave:
– Subida del IVA en productos consumidos por personas de altos ingresos
– Mayor carga tributaria en renta y patrimonio
– Nuevos impuestos al alcohol, cigarrillos y carbono
– Ajustes a los impuestos al consumo
Ávila justificó la reforma señalando que el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc) ha consumido casi $80 billones en subsidios a la gasolina, convirtiéndose en una de las principales fuentes del déficit fiscal.
Además, el presupuesto proyectado para 2026 asciende a $557 billones, de los cuales $365,7 billones irían a funcionamiento del Estado, $102,4 billones al servicio de la deuda y solo $88,7 billones se destinarían a inversión.
Por su parte, el director de la DIAN, Luis Eduardo Llinás, anunció una meta de recaudo para 2025 de $280,3 billones, lo que representa un aumento del 15% frente a 2024, aunque aún por debajo de la proyección inicial del Gobierno.
Sin embargo, los gastos rígidos como intereses de deuda, Fuerzas Armadas, justicia, pensiones y salud dejan poco margen para maniobrar. El Gobierno advirtió también sobre una caída histórica en el recaudo tributario durante 2024, que complicó aún más el panorama fiscal.
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