Espacio profundo, 17 de julio de 2025 — En un hito sin precedentes para la ciencia, astrónomos han logrado observar, por primera vez en la historia, el momento exacto en que comienzan a formarse los planetas alrededor de una estrella distinta al Sol.
El histórico hallazgo fue posible gracias a la colaboración del Telescopio Espacial James Webb y el radiotelescopio ALMA en Chile, y permite a los científicos asomarse a una etapa jamás registrada de la evolución cósmica: el instante en que el polvo estelar comienza a transformarse en mundos.
El protagonista es HOPS-315, una protoestrella ubicada a 1.300 años luz de la Tierra, muy parecida a nuestro Sol en sus primeros años. A su alrededor, los astrónomos han detectado minerales calientes en proceso de solidificación, el primer paso hacia la formación de planetas.
“Estamos viendo una imagen de nuestro Sistema Solar cuando era apenas un bebé”, explicó Merel van ’t Hoff, astrónoma de la Universidad de Purdue.
Este descubrimiento revoluciona nuestra comprensión del origen planetario. Aunque ya se habían identificado discos protoplanetarios, nunca antes se había captado el momento exacto en que nacen los primeros sólidos —conocidos como planetesimales—, que eventualmente dan forma a planetas como la Tierra.
“El país de la vida está ayudando a matar la humanidad”, afirmó Petro, señalando que el 60 % del carbón que utiliza Israel proviene de Colombia.
El equipo científico confirmó que los cristales detectados —similares a los hallados en antiguos meteoritos de nuestro sistema— se están formando en una región del disco equivalente al cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.
Este logro posiciona a HOPS-315 como un laboratorio natural para entender cómo surgió nuestro vecindario cósmico. Como afirmó Elizabeth Humphreys, astrónoma del ESO:
“Este estudio revela una etapa muy temprana de la formación de planetas y refuerza la utilidad de HOPS-315 para comprender cómo surgió nuestro propio Sistema Solar.”
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