Elon Musk lo volvió a hacer: tras romper con Donald Trump y denunciar el “gasto loco” de su plan fiscal, el magnate anunció la creación del Partido de América, un nuevo movimiento político que amenaza con reconfigurar el poder en Washington. Aunque todavía no lo registra formalmente, Musk ya definió una estrategia que podría arrebatarle el control del Congreso a los republicanos en 2026.
El dueño de X reveló el nacimiento del partido el 5 de julio, solo un día después de que Trump firmara su “Gran y hermosa ley” que incrementa el déficit. Musk acusa a Trump de haber “traicionado” a sus votantes y, molesto por los impuestos que impactan sus negocios, decidió pasar de donante estrella (aportó más de US$275 millones en 2024) a rival directo.
¿Qué propone Musk?
- Romper el bipartidismo y “representar al centro político”.
- Concentrarse en ganar entre 2 o 3 escaños del Senado y 8 a 10 distritos de la Cámara, para convertirse en bloque bisagra en 2026.
- Usar su propia red social, X, como canal organizativo y megáfono de propuestas.
Figuras como Mark Cuban y Anthony Scaramucci ya mostraron interés, mientras el exsecretario del Tesoro de Trump minimizó el movimiento diciendo que “las ideas de DOGE eran populares, Elon no”.
¿Por qué importa?
Musk tiene lo que muchos políticos sueñan: dinero ilimitado, plataformas masivas y millones de seguidores. Si logra articular su partido, podría dividir votos republicanos o influir decisivamente en el Congreso, alterando el delicado equilibrio de poder en EE.UU. Además, tensa la relación histórica entre grandes empresarios y la política.
¿Le funciona poner dinero?
No siempre. Entre marzo y abril, Musk gastó más de US$20 millones para apoyar a un candidato conservador en la Corte Suprema de Wisconsin… y perdió contra la demócrata Susan Crawford.
Lo que viene
Musk planea organizar un congreso inaugural del Partido de América y empezar a reclutar candidatos para 2026. Entretanto, mantiene la tensión con Trump, quien lo amenazó veladamente con deportaciones y recortes de subsidios.
Con su nueva aventura política, Musk no solo desafía a Trump, sino que pone en jaque a todo el establishment de Washington. ¿Será el comienzo de una tercera fuerza real en Estados Unidos o un experimento más que quedará en los titulares?
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