En las últimas horas del Congreso, se aprobaron leyes que transformarán la vida de jóvenes campesinos, futuros profesores y comunidades indígenas. Estas son las claves.
El cierre del tercer año legislativo vino con una maratón de aprobaciones en el Congreso de Colombia. Tres proyectos estratégicos pasaron a sanción presidencial y buscan impactar directamente en sectores históricamente olvidados: la juventud rural, la formación docente y la economía wayuú en La Guajira.
Uno de los proyectos más destacados es la Ley de Jóvenes Campesinos, impulsada por el representante Cristian Danilo Avendaño. Esta iniciativa abre las puertas a tierra, formación técnica, subsidios y apoyo a proyectos productivos para las nuevas generaciones del campo. Su objetivo es frenar el abandono de la ruralidad por parte de los jóvenes, facilitándoles condiciones para quedarse y desarrollarse en su territorio.
También se aprobó una ley para la educación gratuita de futuros profesores. Liderada por la senadora Soledad Tamayo, esta norma beneficiará a más de 104 mil estudiantes de 143 Escuelas Normales Superiores, permitiéndoles formarse sin barreras económicas y asegurar una nueva generación de maestros en todo el país.
Finalmente, se salvó un tema clave para La Guajira: la capitalización de la sociedad Salinas de Manaure, una empresa vital para la comunidad wayuú. La ley, promovida por la senadora Marta Peralta, permitirá inyectar recursos a la producción de sal, generar empleo y fortalecer la economía local, luego de que un decreto previo fuera tumbado por la Corte Constitucional.
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