El Ejecutivo estaría dispuesto a desistir del polémico decreto de consulta popular, si el Congreso le da luz verde a su ambiciosa reforma laboral. Todo se define hoy.
En una jugada política que marcaría el cierre de la legislatura, el presidente Gustavo Petro podría dar un paso atrás con la consulta popular que buscaba refrendar su reforma laboral. Aunque el decreto con el que convocó a las urnas ha sido suspendido temporalmente por el Consejo de Estado, el mandatario estaría dispuesto a abandonarlo de manera definitiva si el Congreso aprueba hoy su principal proyecto social y económico.
La propuesta de reforma, que incluye ajustes como el pago de recargos nocturnos desde las 7 p.m., dominicales al 100 %, límites a contratos temporales y más garantías para aprendices del SENA, se encuentra en etapa de conciliación entre Senado y Cámara. Se prevé que el Gobierno cuente con las mayorías necesarias para convertirla en ley de la República.
Desde la oposición, hay quienes consideran que la consulta fue usada como “mecanismo de presión” para forzar la aprobación del proyecto. Sin embargo, el Ejecutivo insiste en que busca avanzar en derechos laborales estructurales. El ministro del Interior, Armando Benedetti, confirmó que, si la reforma pasa, el Gobierno estaría listo para archivar la consulta.
Con la consulta en pausa y la reforma laboral en vilo, el siguiente frente será la reforma pensional. La Corte Constitucional ordenó reiniciar su trámite y Petro ya anunció que convocará a sesiones extraordinarias para continuar la discusión. Las próximas horas serán decisivas en el tablero político del país.
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