Tras años de tensiones, Washington y Pekín dan señales de tregua. Un nuevo acuerdo podría redefinir el comercio global… y reactivar la lucha por las tierras raras.
Las dos economías más poderosas del planeta, China y Estados Unidos, anunciaron este miércoles un principio de acuerdo comercial durante conversaciones celebradas en Londres. El pacto se basa en un “marco general” para reducir las tensiones arancelarias y facilitar el intercambio de productos estratégicos, como tierras raras e imanes industriales, claves para sectores tecnológicos.
El expresidente Donald Trump confirmó el avance desde su red Truth Social, asegurando que el acuerdo está “cerrado, sujeto a la aprobación final del presidente Xi y mía”. Trump destacó que China adelantará suministros críticos y, a cambio, EE. UU. abrirá sus universidades a estudiantes chinos, lo cual calificó como una decisión positiva.
Estas conversaciones surgieron tras la tregua de 90 días pactada en Ginebra y buscan evitar nuevos enfrentamientos económicos. El viceprimer ministro chino, He Lifeng, enfatizó la importancia de reducir malentendidos y reforzar la cooperación bilateral a largo plazo.
Si bien aún falta la firma oficial de los mandatarios, el acuerdo podría aliviar la presión sobre industrias tecnológicas y energéticas, y reconfigurar la estrategia comercial global en un momento clave para ambos países. La atención ahora se centra en cómo reaccionarán los mercados y qué implicaciones tendrá para los aliados de ambas potencias.
Leave a Reply