La banca colombiana ha logrado que 13 millones de personas ingresen al sistema financiero en la última década, aunque el acceso al crédito sigue siendo el mayor desafío.
La inclusión financiera se consolida como uno de los frentes clave del sistema bancario colombiano. Según el informe de gestión 2024 de Asobancaria, hoy el 61% de las entidades del sector ya cuenta con una estrategia formal para promover el acceso a productos financieros, lo que se traduce en 190 programas activos orientados a la inclusión.
Gracias a esta apuesta sostenida, Colombia ha sumado 13 millones de nuevos usuarios al sistema en los últimos 10 años. Para el tercer trimestre de 2024, el 96% de la población adulta —equivalente a 37 millones de personas— tenía al menos un producto financiero, lo que refleja avances significativos en cobertura.
Sin embargo, el acceso al crédito continúa siendo el gran reto. Solo el 35% de los adultos accede actualmente a financiamiento a través de canales formales del sector financiero, y otro 51% lo hace mediante vías alternativas como cajas de compensación, cooperativas o el sector solidario. La meta trazada por Asobancaria es ambiciosa: alcanzar entre el 70% y 75% de acceso al crédito formal para 2030.
Uno de los principales obstáculos para lograrlo es la actual estructura de la tasa de usura. Un estudio conjunto entre Asobancaria y Fedesarrollo evidenció que una reducción de un punto porcentual en esta tasa puede reducir entre 2% y 3% el saldo de la cartera de consumo. Por ello, el gremio propone separar del cálculo de la tasa de usura los créditos de consumo con tarjeta y los comerciales, para evitar que se limiten aún más las opciones de financiamiento formal para los colombianos.
La inclusión ya no es solo un objetivo social: es una prioridad estratégica para una banca que busca consolidarse como motor de equidad, crecimiento y protección frente a prácticas informales y riesgosas.
Leave a Reply