El presidente Gustavo Petro ha marcado una fuerte distancia frente al texto de reforma laboral que actualmente cursa en el Senado de la República, al afirmar este 2 de junio de 2025 que el proyecto que se discute no representa su visión ni sus objetivos. Aunque fue el propio Gobierno el que radicó la iniciativa y logró su aprobación en la Cámara de Representantes, el mandatario denunció que el articulado ha sido modificado hasta desvirtuarlo.
A través de la red social X, Petro escribió:
“Lo que tramita el Senado no es mi reforma laboral. Contiene partes, pero le agregaron un artículo que la derriba toda: la contratación por horas hace inocuo el salario mínimo, la jornada diaria de 8 horas, las horas extras y, sobre todo, la estabilidad laboral”.
Con esta declaración, el presidente deja claro que no respalda el proyecto que avanza hacia su cuarto y último debate legislativo y advierte que la figura de la contratación por horas —introducida en el Senado— convierte la reforma en una “contrarreforma laboral”.
Consulta popular, otra vez sobre la mesa
Dado el giro que ha tomado la discusión en el Congreso y la falta de mayorías oficialistas en el Senado, Petro reiteró su interés en convocar una consulta popular mediante decreto presidencial. Este mecanismo, previsto en la Constitución, permitiría que sea la ciudadanía la que decida sobre el contenido original de sus reformas sociales, sin intermediación del Congreso.
Esta idea no es nueva: el presidente ha venido mencionándola como una vía legítima para superar lo que él considera “bloqueos sistemáticos del legislativo” a su agenda reformista.
División en el Gobierno
La postura de Petro contradice a la de varios miembros de su gabinete. El ministro del Interior, Armando Benedetti, celebró recientemente el avance del proyecto en el Senado, al afirmar:
“Faltan 20 días para terminar esta legislatura. Veinte días para que nuestra reforma laboral pase por la plenaria del Senado y, si es aprobada, luego pase a conciliación entre Senado y Cámara”.
También el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, defendió lo logrado hasta ahora, destacando que han frenado una “peluqueada total” del proyecto en la Comisión Cuarta y se han protegido derechos como los recargos nocturnos y dominicales, aunque reconoce que hay asuntos críticos por resolver en plenaria.
¿Qué viene ahora?
- El Senado debe construir la ponencia final esta semana para someterla a votación en plenaria.
- Se espera que el texto sea aprobado antes del 11 de junio, lo cual daría paso a la fase de conciliación con el texto aprobado en la Cámara.
- Sin embargo, hay temores de que la propia bancada del Gobierno en la Cámara podría frenar la conciliación, si considera que el Senado desvirtuó el contenido progresista original.
En resumen:
- Petro no respalda el texto actual de la reforma laboral.
- Denuncia que la inclusión de la contratación por horas mina derechos fundamentales.
- Insiste en la consulta popular como salida si el Congreso bloquea su agenda.
- Hay división dentro del Gobierno sobre la evaluación del proyecto en el Senado.
- El destino de la reforma se definirá en los próximos días, en medio de alta tensión política.
Este pulso entre Ejecutivo y Legislativo vuelve a poner en escena un posible choque institucional si el presidente decide avanzar unilateralmente hacia una consulta popular.
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