Reforma laboral podría ser aprobada esta semana con amplios consensos, pero sin dejar conforme al Gobierno Petro

La reforma laboral, uno de los proyectos más emblemáticos del Gobierno de Gustavo Petro, podría ser aprobada esta semana en tercer debate dentro de la Comisión Séptima del Senado, aunque con modificaciones que no dejan del todo satisfecho al Ejecutivo, especialmente al Pacto Histórico y al propio presidente.

Durante los últimos días, los 14 senadores que conforman esta comisión se reunieron a puerta cerrada para ajustar la ponencia que se presentará este lunes 26 de mayo a las 2:00 p. m., según anunció la senadora Angélica Lozano, presidenta de la Comisión y miembro de la Alianza Verde. A pesar de que todo estaba listo desde el jueves anterior, decidieron postergar su presentación por una calamidad familiar de la senadora Aída Avella, del Pacto Histórico, quien representa al oficialismo dentro de esta instancia.

¿Qué se viene?

Según se conoce, se han alcanzado importantes consensos entre congresistas de diversas bancadas —incluidos sectores de oposición e independientes—, lo que facilitaría su aprobación sin mayores obstáculos en los próximos días. Sin embargo, esos mismos consensos han generado tensiones con el bloque de gobierno, ya que varios puntos clave impulsados por Petro fueron diluidos o modificados sustancialmente.

Entre las diferencias más notorias:

  • Jornada nocturna: el Gobierno ha insistido en que debe comenzar a las 6:00 p. m., pero en la ponencia ajustada se mantiene una propuesta intermedia.
  • Contratos de aprendizaje: el Ejecutivo busca que estos se asimilen a contratos laborales comunes, pero la nueva ponencia solo otorga algunos beneficios adicionales, sin llegar al nivel propuesto por el Gobierno.

La senadora Aída Avella manifestó su inconformidad con varios de los cambios y defendió que se acogiera la ponencia tal como venía de la Cámara de Representantes. Incluso consideró presentar una ponencia alternativa, aunque su posibilidad de éxito es reducida, ya que no cuenta con los apoyos necesarios dentro de la Comisión.

¿Reforma aprobada, pero agridulce para el Gobierno?

Aunque la reforma podría salir adelante, se abre el interrogante sobre su futuro respaldo por parte del Gobierno, ya que no sería la primera vez que el presidente Petro desconozca una iniciativa que se apruebe desfigurada frente a sus intereses, como ocurrió con la fallida reforma política.

La estrategia de Petro ha sido clara: prefiere que una reforma se hunda si no responde a los principios que su gobierno defiende, antes que validar una versión descafeinada.

En este contexto, el país se encuentra ante un momento clave: una reforma laboral que podría ser histórica por la cantidad de consensos logrados en el Congreso, pero que abre una nueva grieta entre el Legislativo y el Ejecutivo, y deja en suspenso si el presidente optará por respaldarla o pedirá su archivo.

La atención estará puesta este lunes en la radicación de la ponencia final y en los posicionamientos que, sin duda, marcarán el rumbo del debate.


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