El equipo pijao vuelve a meterse en la pelea con un ataque encendido, un DT extranjero en alza y una fórmula ya probada: competir con inteligencia cuando todos dudan de él.
Deportes Tolima no necesita presentación cuando de cuadrangulares se trata. Otra vez está entre los ocho mejores de la Liga Betplay, esta vez con 36 puntos, buena diferencia de gol y un proyecto sólido que, aunque no siempre brilla, casi siempre compite. Así se presenta en el grupo A de las semifinales, donde buscará aprovechar su estatus de “rival incómodo” para dar la sorpresa.
Entre sus principales armas está la potencia ofensiva: Tolima tiene el segundo mejor ataque del torneo, con 30 goles en 20 fechas. La fórmula no depende de una sola figura, sino del volumen colectivo y la capacidad de llegar con varios hombres al área rival. A esto se suma el buen momento del delantero argentino Gonzalo Lencina, quien ya suma 7 tantos y ha mostrado regularidad física y futbolística en Ibagué.
El equipo también se apoya en su experiencia: no es la primera vez que se mete en estas instancias y sabe cómo dosificar energías para rendir cuando más importa. Con técnicos como Gamero, David González y ahora Ismael Rescalvo, el club ha mantenido una filosofía de competir con seriedad y pragmatismo. El entrenador español, que ya conoce el medio colombiano, busca en Tolima su primer título como DT profesional.
Eso sí, no todo es fortaleza. El equipo llega con la espina de no haber podido ser cabeza de serie —perdió en la última fecha ante Águilas— y ha tenido altibajos en el ritmo de juego. Además, la falta de presión desde las tribunas en el estadio Murillo Toro le resta algo de fortaleza como local.
Aun así, si algo ha demostrado el Deportes Tolima en los últimos años es que cuando nadie lo ve venir, suele aparecer con fuerza. Y en este cuadrangular, más de uno preferiría no tenerlo al frente.
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