El Gobierno busca los votos para que los colombianos refrenden la reforma laboral. Las divisiones en los partidos tradicionales serán clave.
Este martes, el Senado abre un debate candente: la discusión y posible aprobación de la consulta popular propuesta por el presidente Gustavo Petro, cuyo objetivo es que los ciudadanos avalen su reforma laboral, hundida previamente por el Congreso. De ser aprobada, el país iría a las urnas para responder 12 preguntas, con opciones de ‘sí’ o ‘no’, en una jornada que podría costar más de 700.000 millones de pesos.
El Gobierno necesita al menos 53 votos para que la iniciativa avance, y por ahora, tendría asegurados 32, en su mayoría provenientes del Pacto Histórico, Comunes y la Alianza Verde (excepto el senador Jota Pe Hernández). Sin embargo, el éxito dependerá de las disidencias dentro de los partidos tradicionales como Liberales, Conservadores, La U, Mira y ASI, que siguen divididos.
La controversia no solo gira en torno a los votos. Las recientes declaraciones de Petro —como su afirmación de que “el pueblo se levanta y los revoca” si no se aprueba la consulta— han sido interpretadas por sectores de oposición como una amenaza directa al Congreso. El presidente también lanzó frases como: “El que no quiera estas reformas es porque es un HP esclavista”, tensando aún más el ambiente legislativo.
Desde el Ejecutivo, el ministro del Interior, Armando Benedetti, se mostró confiado: “El Senado no puede oponerse a que el pueblo se pronuncie”. Mientras tanto, en el Congreso hay expectativa y nerviosismo. La votación podría definirse este miércoles, y de ser afirmativa, la consulta popular se celebraría posiblemente en septiembre, para lo cual el Gobierno deberá movilizar no solo recursos, sino el respaldo de al menos el 33 % del censo electoral.
Leave a Reply