El proyecto de reforma a la salud, que pasó recientemente a la Comisión Séptima del Senado tras su aprobación en la Cámara de Representantes, enfrenta un futuro incierto debido a su similitud con la versión que fue rechazada el año pasado. Los expertos y sectores políticos se muestran escépticos sobre su viabilidad y efectividad.
La reforma a la salud impulsada por el gobierno ha generado un fuerte debate, especialmente tras su aprobación en la Cámara de Representantes la semana pasada. Aunque la administración apuesta por transformar el sistema de salud, la propuesta enfrenta una serie de cuestionamientos y tiene pocas garantías de ser aprobada en el Senado.
De acuerdo con el representante a la Cámara, Andrés Forero, el Gobierno no ha presentado argumentos sólidos para defender la reforma, acusando al ministro del Interior, Armando Benedetti, de haber orquestado una “estrategia de persuasión” durante la discusión. Además, Forero señaló que el problema de fondo no es solo el contenido de la reforma, sino la falta de soluciones inmediatas para la crisis del sistema de salud.
Por otro lado, un grupo de exministros y actores del sector salud enviaron una misiva al presidente del Congreso, Efraín Cepeda, alertando sobre las deficiencias del proyecto. En su carta, los expertos señalan que el proyecto no cumple con los requisitos constitucionales, no presenta un plan claro con objetivos, metas y recursos, y carece de una financiación adecuada. También subrayan que no se ha definido cómo garantizar la continuidad de los tratamientos médicos ni la participación efectiva de la ciudadanía en su diseño y discusión.
Uno de los puntos más controversiales de la reforma es la desaparición del modelo de aseguramiento en salud. Los críticos advierten que esta medida podría retroceder a una etapa ineficiente del sistema, con un modelo de subsidios que ya ha demostrado su ineptitud en el pasado. Además, se teme que la centralización de las decisiones económicas en un solo actor incremente los riesgos de corrupción.
La implementación de un mensaje de urgencia por parte del Gobierno para acelerar el trámite de la reforma también ha generado reacciones críticas. El representante Forero calificó esta medida como “exagerada”, mientras que el presidente del Colegio de Abogados en Derecho Médico, Jesús Albrey González, expresó su preocupación por los métodos utilizados en el proceso legislativo.
A pesar de las intensas presiones políticas, el futuro del proyecto en el Senado sigue siendo incierto. Los expertos sugieren que, dado que el texto es muy similar a la versión rechazada el año pasado, el camino hacia la aprobación sigue siendo complicado. La reforma, tal como está estructurada, podría profundizar los problemas del sistema de salud en lugar de resolverlos.
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