En Colombia, los propietarios de perros catalogados como peligrosos deben renovar anualmente su permiso y registrar a sus mascotas en el Censo de Perros Potencialmente Peligrosos. De no hacerlo, se exponen a fuertes multas, según la Ley 746 de 2002 y la Ley 1801 de 2016.
Según la legislación colombiana, los dueños de perros de razas consideradas peligrosas deben cumplir con el trámite de registro en las alcaldías locales, lo cual incluye la obtención de un permiso que debe renovarse cada año. Este proceso garantiza el cumplimiento de normas de tenencia responsable, incluyendo el cuidado adecuado del animal, su alimentación, y su comportamiento hacia la comunidad. Además, se deberá informar sobre las características del perro, su vacunación y su póliza de responsabilidad civil.
Las razas de perros catalogadas como peligrosas incluyen:
American Staffordshire Terrier
Bullmastiff
Dóberman
Dogo Argentino
Dogo de Burdeos
Fila Brasileiro
Mastín Napolitano
Pit Bull Terrier
American Pit Bull Terrier
Rottweiler
Staffordshire Terrier
Toss Japonés
Si bien la ley exige que estos animales sean mantenidos con bozal y correa en espacios públicos, las sanciones económicas son el castigo principal para los dueños que incumplen las normas. Las multas varían entre dos y 16 salarios mínimos diarios legales vigentes, dependiendo de la infracción.
El trámite también incluye un registro detallado que especifica la ubicación de la mascota, su capacidad de convivencia con personas y cualquier incidente previo de agresión. Este proceso busca mejorar la convivencia entre los dueños de perros peligrosos y la comunidad, asegurando un entorno seguro para todos.
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