En el corazón del departamento de Norte de Santander, Colombia, se encuentra La Playa de Belén, un municipio que, con su arquitectura colonial y paisajes naturales únicos, ha sido reconocido como uno de los destinos más encantadores del país. Este pintoresco pueblo, declarado Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional en 2005, es conocido como el “Pesebre Viviente” por la magia de sus calles que parecen detenidas en el tiempo.
Un Pueblo con encanto colonial
Fundado en 1862, La Playa de Belén ha conservado su arquitectura colonial, con casas de fachadas blancas, zócalos rojos y techos de teja de barro. Sus calles empedradas, adornadas con faroles y materas de barro, crean una atmósfera que transporta a los visitantes a épocas pasadas. El Parque Ángel Cortés, plaza principal del municipio, es un lugar ideal para descansar y disfrutar del ambiente tranquilo. Allí se encuentra el templo San José, de inspiración neoclásica, que rinde homenaje a la Virgen Nuestra Señora de las Mercedes.
Parque natural Los estoraques: Un espectáculo geológico
A pocos minutos del casco urbano se encuentra el Área Natural Única Los Estoraques, un parque que ofrece un paisaje geológico único en Colombia. Formaciones rocosas esculpidas por la erosión durante milenios crean columnas y pedestales de variadas formas y figuras, como la Ciudad Perdida, El Cáliz o el Paso de las Ánimas. Este escenario natural, que combina características de desierto con bosques y flora colorida, es ideal para los amantes del senderismo y la fotografía.
Gastronomía y tradiciones que enamoran
La riqueza cultural de La Playa de Belén se refleja en su gastronomía. Los visitantes pueden degustar platos tradicionales como el ajiaco ocañero, la arepa ocañera rellena de queso y mantequilla, y el arifuque, un dulce a base de maíz y panela. También destacan las cebollitas encurtidas y bebidas locales como la horchata. En cuanto a las artesanías, la arcilla se convierte en el principal recurso para crear piezas inspiradas en Los Estoraques, como lámparas, vajillas y figuras decorativas, manteniendo vivas las tradiciones alfareras del pueblo.
Festividades que reflejan su identidad
La Playa de Belén celebra diversas festividades religiosas y culturales a lo largo del año. Entre las más destacadas están la Semana Santa en marzo o abril, las fiestas de San Antonio de Padua en junio y las celebraciones de la Virgen del Carmen en julio. En diciembre, el Festival del Retorno reúne a habitantes y visitantes en un emotivo homenaje a la historia y tradiciones del pueblo.
Cómo llegar y qué esperar
El acceso a este encantador destino puede ser vía terrestre desde Cúcuta (190 km) o Bucaramanga (241 km), o a través de los aeropuertos más cercanos: el Camilo Daza en Cúcuta o el Palonegro en Bucaramanga. Con una temperatura promedio de 21 °C, La Playa de Belén ofrece un clima fresco y paisajes inolvidables, convirtiéndose en un destino imperdible para quienes buscan una experiencia auténtica en Colombia.
La Playa de Belén es más que un destino turístico; es un viaje al pasado, una inmersión en la cultura y tradiciones colombianas, y una oportunidad para conectar con la naturaleza en su estado más puro.
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