Con la proximidad del 2025, las discusiones sobre el incremento del salario mínimo en Colombia cobran relevancia. Este ajuste anual impacta directamente a trabajadores, empresas y diversos sectores económicos. Las negociaciones formales para definir el aumento comenzarán a finales de noviembre, según confirmó la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez.
Propuestas divergentes: entre el 7% y el 15%
Recientemente, la Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip) propuso que el incremento del salario mínimo para 2025 no supere el 7%. Esta cifra contrasta con las expectativas de algunos sectores que plantean un ajuste superior al 15%. Acrip argumenta que un aumento moderado es necesario para evitar presiones financieras en las empresas y garantizar su sostenibilidad. Tras analizar 1.044 cargos en 32 sectores empresariales, concluyeron que las organizaciones no tienen la capacidad presupuestal para seguir el ritmo de incrementos superiores. Gladys Vega, presidenta de Acrip, explicó:
“En los últimos años, el incremento del salario mínimo ha superado la inflación, pero las empresas no han tenido la capacidad presupuestal para seguir este ritmo. Esto ha llevado a que más colombianos estén ganando el salario mínimo. Por ello, proponemos que el incremento para 2025 no supere el 7%, alineándose con la capacidad de pago del sector empresarial”.
Impacto de un aumento del 7%
Con un incremento del 7% sobre el salario mínimo actual de $1.300.000, el salario mínimo para 2025 se situaría en $1.391.000, lo que representa un aumento de $91.000. Esta proyección está en línea con las estimaciones del Ministerio de Hacienda, que considera un posible incremento del 6,2%, llevando el salario a $1.380.600.
Fórmula para calcular el incremento del 7%:
• Salario actual: $1.300.000
• Incremento: 1.300.000 × 0,07 = $91.000
• Salario proyectado: 1.300.000 + 91.000 = $1.391.000
Perspectivas de los analistas
Fernando Quijano, director del diario La República, en declaraciones a La FM de RCN, señaló:
“La discusión del salario mínimo arrancó con el pie izquierdo. Las centrales obreras se están enfrentando al Gobierno, y quieren más incrementos, pero la discusión va a quedar en 90.000 pesos, es decir, el aumento del salario mínimo estará entre el 5,5% y el 6,5%. No importa si el incremento se define en las mesas o si se firma por decreto, pero el incremento va a estar en 90.000 pesos”.
Además, sugirió que el Gobierno podría recurrir a estrategias alternativas para llegar a un acuerdo con las centrales obreras:
“El Gobierno puede tener un as bajo la manga para darle un parte de tranquilidad a las centrales obreras. Podría hacer un incremento en el neto del salario mínimo y otro incremento en el auxilio de conectividad, el cual lo puede aumentar alrededor del 5% o del 6%”.
Expectativas y desafíos en las negociaciones
Con propuestas tan divergentes, las discusiones sobre el salario mínimo prometen ser intensas este año. Mientras algunos sectores abogan por un aumento significativo para proteger el poder adquisitivo de los trabajadores, otros priorizan la sostenibilidad empresarial, especialmente en un contexto económico desafiante. El resultado de estas negociaciones será crucial no solo para millones de colombianos que dependen de este ingreso, sino también para la estabilidad macroeconómica del país.
Factores clave en la negociación
La negociación del salario mínimo en Colombia considera varios factores, entre ellos:
• Inflación: La inflación estimada para el cierre de 2024 es de aproximadamente 5,2%, según proyecciones del Ministerio de Hacienda. 
• Productividad: El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) es responsable de medir la productividad laboral, un factor clave en la negociación. 
• Crecimiento económico: Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera que el crecimiento económico de Colombia cierre el año en 1,6%. 
Estos elementos serán fundamentales en las discusiones para definir el ajuste del salario mínimo para 2025.
Conclusión
Las negociaciones para el incremento del salario mínimo en Colombia para 2025 se perfilan como un proceso complejo, con propuestas que varían desde un 7% hasta más del 15%. La sostenibilidad empresarial y el poder adquisitivo de los trabajadores serán puntos centrales en estas discusiones, cuyo desenlace impactará significativamente en la economía nacional.
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