La Fábrica de Licores del Tolima (FLT) enfrenta una situación financiera crítica debido a una sentencia reciente por parte del Tribunal Administrativo del Tolima que la obliga a pagar una indemnización de $53.854.859.425 a la Unión Temporal Caesca y Licorsa. Este fallo es el resultado de un litigio que se originó en 2001, cuando la FLT adjudicó un contrato de distribución de aguardiente a la empresa Continental S.A., decisión que fue impugnada por Caesca y Licorsa al alegar irregularidades en el proceso de selección.
En 2016, el Consejo de Estado declaró nula la adjudicación del contrato y ordenó indemnizar a la Unión Temporal por los perjuicios sufridos. La reciente decisión del Tribunal Administrativo del Tolima actualizó el monto de la indemnización, considerando el lucro cesante y otros factores, resultando en la cifra mencionada.
Sin embargo, la reciente condena representa un desafío significativo. El monto de la indemnización supera con creces los activos de la empresa, lo que podría llevarla a la quiebra si no se encuentran soluciones viables. La Gobernación del Tolima, como entidad propietaria, también podría verse afectada financieramente por esta situación.





La empresa ha activado planes de contingencia para evitar una posible quiebra y está evaluando las acciones legales y financieras a seguir para enfrentar esta situación, buscando alternativas que permitan cumplir con la obligación sin comprometer su operatividad. No obstante, la viabilidad de estas medidas aún está por determinarse, y el futuro de la empresa permanece incierto.
Esto se suma a los desafíos financieros que la FLT ha disputado en los últimos años. En 2023, la empresa reportó pérdidas por $4.500 millones, atribuibles a una drástica caída en las ventas del aguardiente Tapa Roja, que pasaron de 1.800.000 botellas a solo 700.000.
A pesar de estos obstáculos, la FLT ha implementado medidas para mejorar su situación financiera. En los primeros seis meses de 2024, bajo la dirección de la gerente Victoria Castillo González, la empresa generó utilidades por más de $3.360 millones, lo que indica una recuperación parcial.
La continuidad de la FLT es vital para la economía regional, no solo por su aporte al sector licorero, sino también por los recursos que genera para áreas como la salud y la educación en el departamento del Tolima. Las autoridades departamentales y la administración de la fábrica están trabajando en conjunto para encontrar soluciones que permitan cumplir con las obligaciones legales sin comprometer la viabilidad de la empresa.
Este caso pone de manifiesto la importancia de procesos de licitación transparentes y la necesidad de una gestión eficiente en las empresas públicas para evitar consecuencias legales y financieras de gran magnitud.
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