El presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Raúl Salamanca, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán tras un episodio en la COP16. Durante un foro, dejó su micrófono abierto y se le escuchó decir: “Yo dizque venía a Cali a descansar”, comentario que ha generado una avalancha de críticas.
Este incidente, sumado a otros recientes donde Salamanca ha sido cuestionado por su gestión, como su enfrentamiento con el representante Óscar Villamizar, refuerza la percepción de descontento entre sectores políticos que lo acusan de no otorgar garantías en los debates. A pesar de las críticas, Salamanca ha defendido su labor, destacando que su gestión ha sido eficiente y productiva.
A este malestar se suman las declaraciones de representantes como Carolina Arbeláez, quien ha denunciado “violencia política” durante los debates liderados por Salamanca. El presidente ha replicado pidiendo respeto y recordando que los problemas del Congreso no son responsabilidad exclusiva de su cargo.
La controversia subraya las tensiones dentro de la Cámara, mientras Salamanca continúa en el centro del debate político nacional.
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