La implementación de las zonas azules en Ibagué, un proyecto largamente anunciado y esperado, enfrenta nuevamente retrasos.
Aunque la alcaldesa Johana Aranda había prometido que este plan se ejecutaría en 2024, la realidad es otra. El concejal Carlos Beltrán confirmó lo inevitable: “este año ya no fue”. El proyecto, destinado a mejorar la movilidad y organización del parqueo en las principales zonas de la ciudad, se encuentra en stand-by.
El secretario de Movilidad, Ricardo Rodríguez, señaló que los estudios y diseños previos requieren una actualización antes de poder avanzar. Según sus estimaciones, el primer trimestre de 2025 sería el nuevo plazo para ver un piloto en funcionamiento. Esta fase inicial permitiría evaluar el impacto del proyecto en la regulación del parqueo en la vía pública.
Rodríguez destacó la importancia de este plan para combatir el desorden vehicular que afecta las calles de la ciudad. “Las zonas azules no solo ayudarán a mejorar la movilidad, sino también a garantizar a los conductores espacios de parqueo reglamentado”, aseguró.
Actualmente, muchos ciudadanos optan por estacionar en cualquier lugar, lo que genera caos y afecta a quienes sí respetan las normas.
Mientras tanto, la administración local seguirá implementando controles más estrictos para evitar el parqueo indebido. “Debemos generar conciencia entre los ciudadanos sobre el respeto por las normas de movilidad”, enfatizó Rodríguez.
El proyecto de zonas azules se perfila como una solución urgente para una ciudad cada vez más congestionada, pero los constantes retrasos generan escepticismo entre la población, que sigue esperando una respuesta concreta a esta problemática creciente.
Con el aplazamiento, queda la expectativa de si, finalmente, en 2025 se logrará poner en marcha un sistema que ha sido postergado durante varias administraciones.
¿Será esta la definitiva? Solo el tiempo lo dirá.
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