El reciente anuncio del Gobierno sobre el incremento en el precio del diésel ha generado preocupación en diversos sectores económicos del país.
Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), ha lanzado una advertencia clara: este ajuste no solo afectará a los transportadores, sino que tendrá un impacto directo en los precios de los alimentos, golpeando duramente el presupuesto de las familias colombianas.
Cabal subrayó que el incremento del diésel repercutirá inevitablemente en las tarifas de los fletes. Según Fedetranscarga, por cada $2.000 adicionales en el precio del diésel, las tarifas de transporte podrían subir hasta un 8%. Esta situación provocará un alza generalizada en los costos logísticos, afectando a toda la cadena de distribución de alimentos.
“Es prácticamente inevitable que la totalidad de los productos que conforman la canasta básica experimenten un aumento de precios. A esto se sumarán otros factores como los incrementos en el salario mínimo, peajes, y las dificultades en las vías, entre otros”, afirmó el líder gremial.
Cabal también destacó que el aumento en el precio del diésel, que pasó de $9.000 a $15.000 por galón, representa un incremento del 66.66%. Este ajuste, señaló, podría haberse manejado de manera más gradual, evitando un impacto tan severo en la economía.
El presidente de Fenalco concluyó que la decisión del gobierno de mantener congelado el precio del diésel al inicio del mandato de Gustavo Petro, aunque bien intencionada, ha llevado a un déficit insostenible que ahora obliga a tomar medidas drásticas. “Este aumento, en lugar de facilitar la reducción del costo de vida, podría agravar la inflación, afectando especialmente a quienes menos tienen,” concluyó.
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